martes, 12 de mayo de 2015

Camino a la Felicidad 2



"Tu proyecto en mi vida Señor"

Sin duda, hay experiencias que dejan huella, tanto aquellas que representan momentos de éxito, de alegría, como aquellas que duelen, que implican tristeza y angustia. De todas, vistas con ojos de FE, debes obtener enseñanzas de vida o, tal vez, reforzar aquellas que aún no aplicas adecuadamente.

Recuerdo cuando, en una catequesis de preparación a la Primera Comunión, una catequista no asistió a una jornada. Una semana después, al continuar la preparación, una de las niñas que integraban su comunidad de trabajo, apenas la vio, corrió a su encuentro, la abrazó y entre sollozos le dijo: "¿Por qué no estuviste en la jornada? Te necesité mucho, quería hablar contigo cuando nos hicieron a todos ese momento especial". Ella, no sabía que responder, lloró con la niña y sólo atinó a pedirle perdón y prometerle que no volvería a ocurrir.

No imaginas lo que la catequista sintió, la verdad era que había tenido una reunión familiar el día anterior a la jornada, despertó tarde y pensó que habiendo tantos catequistas, su presencia no sería tan necesaria. Estoy seguro que, luego de ésta amarga experiencia, nuestra protagonista aprendió que Dios tiene siempre una misión para nosotros, puede ser pequeña para muchos, pero grande para Él y, por supuesto, para ti.

¿Cuántas veces la flojera, el desgano, la falta de ese poquito de fuerza adicional, nos ha llevado a no estar en el lugar al que fuimos llamados? ¿Cuántas veces hemos renunciado a ayudar a alguien porque nos sentimos cansados, porque tenemos nuestros propios problemas? ¿Cuántas veces desistimos de nuestra misión, sin darnos cuenta o, a veces, restándole importancia?

¿Cuántas batallas se han perdido sin lucharlas, cuántas reconciliaciones posibles terminaron en enemistad?, porque no tuvimos la paciencia, el coraje, la humildad de insistir, siempre confiando en Dios, para quien, nada es incidental, si permite que te suceda, si te encarga algo, si te requiere en algún lugar, si te llama insistentemente, es porque sabe que lo necesitas, que hay algo que aprender todavía y, más aún, que otras personas también necesitan de ti. 

Y,  ¿qué relación guarda ésta experiencia con tu camino a la felicidad?. Es indudable, que el Proyecto de Dios es más grande que todos y cada uno de tus planes, aprender a creer que siempre está presente en tu vida, a escucharle, a entender su mensaje en el detalle de cada día, forma parte de ese camino. Cada vez que escuchas a Dios y entiendes su mensaje, y aplicas en tu vida lo que aprendes de él y dices como María en la Anunciación "Hágase en mi según tu Palabra" (Lc. 1,38), das un paso adelante en dicho camino; por el contrario, cuando te aferras a tus propios planes, no haces más que dar pasos en sentido contrario.

Te invito pues a poner tu confianza total en Dios y sus designios, deja de preguntarte: "¿Por qué me pasa esto o aquello?", mejor pregúntale: "Señor, ¿Qué quieres decirme en ésta situación? ¿Cuál es tu mensaje?. Gracias por darme la oportunidad de aprender de Ti".

En la vida todo tiene un sentido, amigo(a), piénsalo, descúbrelo, ésta canción puede ayudar: