domingo, 19 de abril de 2015

"Camino a la felicidad 1"




¿Puedo cambiar de camino?


Frente a ti el sendero de la vida se abre como un abanico, muchos caminos por seguir, tomar la decisión de por cual es importante, pero más aún, cómo hacerlo. No sólo se trata de tomar uno de los caminos, sino de mantenerse en él con audacia, con fortaleza, con tesón y, como lo repito, desde mi primer artículo, con FE, porque si, en alguna parte de él tenemos la oportunidad de volver al que no elegimos y nos damos cuenta que es el correcto, hay que tener el coraje de reconocer el error, muchas veces pedir ayuda y atreverse a cruzar al otro lado.

¿Por qué pensar que siempre adoptamos la decisión adecuada?¿Por qué no estar dispuesto con humildad a aceptar nuestra debilidad, nuestra imperfección? Nuestra camino debe conducirnos a la felicidad y lo más importante es, precisamente eso, estés en el camino que estés, tener la disposición de cambiar de ruta. Y ese cambio puede darse en cualquier tiempo de la vida, no hay excepciones, nunca es tarde.

Zaqueo llevaba tanto tiempo aprovechándose del cobro de impuestos, robando y estafando, pero llegó ese día en que descubrió que a la felicidad se llegaba por un rumbo totalmente diferente y tomó la decisión y no dejó pasar la oportunidad, tuvo FE, creyó en Dios y también en sus opciones, en sus propias posibilidades. (Lc 19, 1-10). Piensa en Pablo, quién gran parte de su vida había perseguido y matado a los cristianos y llega a la encrucijada en su camino, en Damasco (Hech 9, 3-22), y toma un nuevo camino radicalmente opuesto, con valentía, dispuesto a enfrentar, incluso la muerte, pero sobretodo con FE, esa es la fuerza necesaria para lograrlo.

Es posible que pienses, pero a Zaqueo y a Pablo, les habló el mismo Dios. Y acaso, ¿no te habla Jesús todos los días?¿Será que el ruido exterior del mundo o, quizás, tu propio ruido interior, no permite que le escuches? En mi próxima publicación te hablaré de ello, con experiencias personales propias y aquellas, que Dios me ha permitido ver en todos estos años de labor pastoral, también, por supuesto, "camino a la felicidad".

martes, 14 de abril de 2015

"La niña de sus ojos"



"La niña de sus ojos"

La Palabra de Dios dice en Deuteronomio 32:10 que para Dios sus criaturas son de especial cuidado y que Él las protege como a sus propios ojos.
Todos protegemos con especial precaución nuestros ojos, ¿Verdad? Ante la amenaza de peligro, casi instintivamente tenemos la tendencia de cubrir nuestros rostros y en especial los ojos.
Cuenta una parábola que dos hermosas piedras azules brillaban en el lecho de un río de montaña y soñaban ambas con ser recogidas algún día para lucir orgullosas en la corona real de alguna reina, o adornar el collar de alguna princesa o el anillo de un rey.
El día llegó y aquellas piedras fueron recogidas, es que eran hermosas. El destino que les esperaba era muy diferente del que ellas creían. Una mano tosca las tomó, las hundió en cemento y a partir de aquel entonces comenzaron a formar parte de una pared junto con otras piedras. ¡Qué inútil se sentían aprisionadas en ese muro! De alguna manera, entablaron amistad con un fino hilo de agua que filtraba dentro de aquel muro y le rogaron que socavara el cemento alrededor de ellas para que pudieran desprenderse. Así lo hicieron, y al cabo de unas semanas se habían desprendido de aquella pared y rodado hasta el piso.

Desde allí abajo, observaron cuál era el lugar que ocupaban en el muro. Allí, bellamente dibujado y adornado con piedras, estaba el rostro del Señor, majestuoso, imponente, pero ciego, sin ojos. Sus profundos ojos azules se habían desprendido. Durante la noche, el guardia barrió esas piedras en el suelo y fueron a parar al basurero para que nadie más se acuerde de ellas.
Pensamos que nuestro plan para nuestras vidas es mejor que el de Dios ¿Verdad? Ansiamos lugares, puestos y privilegios ignorando que la única persona en el mundo que es capaz de cuidar de nosotros mejor aún que nosotros mismos es nuestro hacedor Dios. Él te ama tanto que te cuidará como a la niña o pupila de sus ojos.
Aquel que estuvo dispuesto aún a morir por ti, te pondrá en un lugar especial aunque tú no lo comprendas desde tu perspectiva actual.

"Aunque a veces no te vea.....Tú estás conmigo"


"Tú siempre estás conmigo"

Esta historia siempre me cautivó, en los momentos que la fe se debilita porque las cosas no marchan bien ,cuando parece que Dios está en silencio y ese grito desesperado brota del interior: ¿Dios por qué me pasa todo esto?, ¿dónde estás ahora que tanto te necesito?. ¿Te ha pasado alguna vez?. Es bueno recordar esta realidad presentada en el sueño de Pierre Puvis de Chavannes (1824-1898).

Una noche tuve un sueño... soñé que estaba caminando por la playa con el Señor y, a través del cielo, pasaban escenas de mi vida.
Por cada escena que pasaba, percibí que quedaban dos pares de pisadas en la arena: unas eran las mías y las otras del Señor.
Cuando la última escena pasó delante nuestro, miré hacia atrás, hacia las pisadas en la arena y noté que muchas veces en el camino de mi vida quedaban sólo un par de pisadas en la arena.
Noté también que eso sucedía en los momentos más difíciles de mi vida. Eso realmente me perturbó y pregunté entonces al Señor: "Señor, Tú me dijiste, cuando resolví seguirte, que andarías conmigo, a lo largo del camino, pero durante los peores momentos de mi vida, había en la arena sólo un par de pisadas. No comprendo porque Tú me dejaste en las horas en que yo más te necesitaba".
Entonces, El, clavando en mi su mirada infinita me contestó: "Mi querido hijo. Yo te he amado y jamás te abandonaría en los momentos más difíciles. Cuando viste en la arena sólo un par de pisadas fue justamente allí donde te cargué en mis brazos".

Y vaya que Jesús hace esto constantemente, en mi vida, en la tuya; es más, suele ser el único que se queda cuando ya todos se han ido; y, no te preocupes, Él que nos conoce tanto, sabe de esos momentos duros y conoce de nuestros reclamos; mientras calma la tormenta, Él decide llevarnos en sus brazos, aunque no nos demos cuenta, aunque creamos que se ha ido.








lunes, 13 de abril de 2015

Mensaje de FE 2


Tengo sed de Ti

Un nuevo amanecer es, sin duda, una oportunidad de empezar algo bueno y, por qué no?, como decíamos ayer, alimentando tu Fe. Mira alrededor y da gracias a Dios por su amor, por las personas y por sus detalles, pero, en especial, mira dentro de ti. Si estás leyendo este mensaje es por que en tu interior hay una búsqueda incesante, una sed que sólo puede saciarse en la Divina fuente(Jn 4,6-14). Cree, así es Dios, como a la Samaritana, El viene a buscarte para que le pidas del agua que sacia esa sed de, la que hablamos, para siempre.



Mensaje de Fe 1

Siempre sale el Sol

Hay minutos difíciles, horas difíciles, días angustiosos y podrían convertirse en meses y años, en toda una vida, pero, si levantas los ojos a Dios y, en lugar de mirar sólo tus propios proyectos, te insertas en el Plan de Amor que tiene para ti, entonces todo cobra un nuevo sentido, apreciarás los detalles de su presencia, aún en las circunstancias más duras y verás que el sol sale para todos(Mt. 5,45), que, puesta la confianza en Él, se puede caminar aún sobre las aguas de un mar embravecido (Mt. 14,22-36). He allí la fuerza: la FE, que jamás es defraudada. CONFíA, actúa dentro del Plan de Dios, pronto verás su mano poderosa y te darás cuenta que todo te encamina hacia la felicidad que nuestro Padre nos tiene reservada.